Pocos huesos soportan bien el peso de los años, y menos, si toda la reconstrucción está sostenida por el único argumento de la ilusión no publicitada, ni financiada, del esfuerzo de dos o tres locos que mantienen abierta una radio en mitad de la Vega Baja.
Por eso, cuesta poco acercarse a la sala Camelot (en Santa Pola) a celebrar que Onda Tary cumple 15años de emisión. Porque aunque a Xoel le guste cantar que: "el amor no es lo que piensas", por suerte, el romanticismo, con todos sus matices, mantiene viva la ilusión de que nos sigan saliendo canas, celebrando la independencia de los grupos que Fran Lenden y compañía nos siguen descubriendo semana tras semana.
Y que mejor emancipación de lo comercial, que la que lleva a un hombre de ninguna parte, a hacer paradas ocasionales en mitad de sus viajes, de un lado a otro de su Atlántico, para alegrar un poco a la provincia de Alicante: ya sea inaugurando un nuevo estudio, presentando alguna canción a través de las ondas o apagando las 15velas de una tarta con sabor a trabajo bien hecho.
Posiblemente, muchos deseen que en una de estas esporádicas visitas, el gallego errante venga a presentarnos un nuevo disco. Pero aunque algun@s estén cansados de escuchar sus "viejos" temas, nosotros seguimos secándonos la baba, cada vez que los claveles se mezclan con compases enrevesados, letras plagadas de positivismo relajado y ritmos de bombos que guian nuestros pies y nos hacen saltar desbocadamente y emocionarnos, como quinceañeras, a partes iguales.
En el fondo, la vida es una versión de "la boca del volcán": un sinfín de descripciones de algo simple resumido en cuatro, o seis, acordes. Y aunque algun@s prefieran el ruido y otros el silencio, siempre hay un punto intermedio en el que los reyes del mundo abdican y se reparten los reflejos de los días de vino y espejos.
Son tiempos de cambios y como Xoel, tenemos que saber acoplarnos a la situación y tocar solos cuando es necesario o acompañarnos bien cuando las circunstancias lo exijan. Suponemos que deberíamos intentar explicar que no está bien interrumpir, o gritar, más de la cuenta, cuando alguien se dispone a cantarnos algo. Podemos enfadarnos porque no entendamos cosas como que la gente prefiera escuchar una mierda de radio fórmula en vez de VBRadio, pero si le quitamos la careta al pasado y nos dejamos guiar por el viento del norte, puede que encontremos quioscos de flores, o simples ilusiones que hagan que pasemos de estar enfadados, o cansados de estar cansados, a vivir, que es lo que, realmente, importa.
Mientras tanto, seguiremos aspirando a volar sobre unicornios de fuego, esperando que Xoel saque discos igual de buenos que el "Atlántico", y, claro, que Onda Tary cumpla muchos años más.
Por cierto, aunque intuímos que enchufados y con un técnico de sonido un poco más decente, sonarán mejor, nos gustaron mucho las canciones de "The Postal Heroes", de hecho, ahora que nos quedamos por estos lares una temporada, intentaremos buscarlos.
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